La alimentación otoñal: la mejor estimulación primaveral.

Se acerca el otoño y con ello el fin de la campaña apícola. El inicio de la nueva campaña se produce inmediatamente con la finalización de la anterior. Consiguientemente empezamos nueva temporada. Desafortunadamente, no todos los ven así y perdemos esta época donde tenemos la oportunidad de permitir que las colmenas desaten todo su potencial para el inicio de la primavera y poder así sacarle el mayor partido a las floraciones. Una adecuada alimentación de la colmena en otoño es el factor clave para que la colonia se desarrolle fuerte y llena de vigor a la llegada de la primavera.

Además de preparar el colmenar para la invernada, ahora es el momento idóneo para determinar la calidad de las reinas y de asegurar un nivel adecuado de reservas para garantizar el aprovechamiento de las floraciones tardías que nos darán algo de polen y néctar para pasar la época de penuria. Aunque normalmente los apicultores tendemos a pensar que dejar esta miel en las colmenas va en contra de nuestra economía. La práctica demuestra que se gasta menos en alimentación artificial, se gana en salud y fortaleza, y que la miel no cosechada al final de la temporada puede ser cosechada al inicio de la siguiente, permitiendo al apicultor ganar algo de tesorería, ingresando dinero temprano en concepto de miel de primavera.

La colmena agradece este comportamiento, y es que la abeja de primavera y de verano no es la misma que la de otoño. Las de verano no tienen sus reservas de grasa desarrolladas, mientras que las de otoño acumulan en su cuerpo adiposo una importante cantidad de proteínas. Gracias a estas reservas de grasas y proteínas son capaces de resistir con garantía a la invernada y de segregar jalea real para la alimentación de las primeras larvas de la primavera. Es decir, que aunque estas abejas son viejas cuando llega la primavera, son todavía capaces de asumir el rol que desempeñan las nodrizas.

La jalea real, esencial para el desarrollo de la cría y la salud de la reina, es producida por las abejas nodrizas a través de las glándulas hipofaríngeas. Una alimentación rica en proteínas durante el otoño es crucial para activar estas glándulas, ya que la proteína es el principal componente que incentiva su producción. Este incremento en la disponibilidad de jalea real tiene un impacto directo en la longevidad, calidad y cantidad de la cría, asegurando una población de colmena fuerte y saludable para el arranque de la primavera.

Trofalaxis y su Rol en la Nutrición de la Colmena

La trofalaxis, el proceso de alimentación recíproca entre abejas, es vital para la distribución de jalea real dentro de la colmena. A través de este proceso, no solo las larvas se benefician de la jalea, sino también las abejas adultas, que no pueden procesar el polen directamente. La suplementación con proteínas permite que las abejas nodrizas produzcan un exceso de jalea real, que luego es compartida con el resto de la colmena, aumentando los niveles de proteína en las abejas adultas y, por consiguiente, su longevidad. Este fenómeno subraya la importancia de una alimentación rica en proteínas no solo para la cría, sino para el bienestar general de la colmena.

Selección de Tortas Proteicas

Para incentivar adecuadamente la producción de jalea real y la activación de las glándulas hipofaríngeas, es esencial elegir tortas proteicas con una alta concentración de proteínas, preferiblemente entre el 14-20%. Esta concentración no solo estimula la puesta de huevos y el desarrollo de la cría antes de la invernada, sino que también garantiza que la colmena entre al invierno con una población fuerte y bien nutrida.

Tortas con menos del 8% de proteína pueden ser útiles durante el invierno cuando no hay puesta de huevos y se busca ofrecer un alimento más completo que el simple azúcar, pero no son adecuadas para estimular la actividad reproductiva de la colmena en otoño.

¿Cuál es el objetivo de la alimentación otoñal?

El objetivo principal de la alimentación otoñal en la apicultura es preparar las colmenas para el invierno, asegurando que las abejas tengan suficientes recursos para sobrevivir durante los meses fríos cuando las fuentes naturales de alimento son escasas. La alimentación otoñal se centra en fortalecer la salud general de la colmena, promover una población robusta de abejas capaces de sostener la colmena durante el invierno, y posicionar a la colmena para un arranque exitoso en la primavera. Los componentes clave y objetivos específicos incluyen:

1. Incrementar las Reservas de Alimento: Proporcionar a las abejas fuentes adicionales de carbohidratos (como azúcares en jarabe o fondant) y proteínas (mediante tortas proteicas) para aumentar las reservas de energía y nutrientes esenciales. Esto es vital para mantener el metabolismo de las abejas durante el invierno.
2. Estimular la Producción de Jalea Real: La suplementación con proteínas es crucial para estimular a las abejas nodrizas a producir jalea real, esencial para el desarrollo saludable de la cría y el mantenimiento de la reina. Una abundante producción de jalea real en otoño contribuye a una población de crías fuerte que sobrevivirá al invierno.
3. Mejorar la Salud y la Longevidad de las Abejas: La alimentación rica en proteínas durante el otoño ayuda a desarrollar abejas con mayores reservas de grasa y una mejor capacidad para producir calor, lo cual es crucial para mantener la temperatura de la colmena durante el invierno. Además, una dieta rica en nutrientes mejora el sistema inmunológico de las abejas, haciéndolas más resistentes a enfermedades y parásitos.
4. Preparar para la Invernada: Asegurar que la colmena tenga una población adecuada de abejas de invierno, que son las que nacen al final del verano y otoño y están adaptadas para sobrevivir al invierno. Estas abejas tienen una mayor esperanza de vida que las abejas de verano y son cruciales para el mantenimiento de la colmena hasta la próxima temporada de cría.
5. Facilitar un Fuerte Arranque en Primavera: Una colmena bien nutrida y saludable al final del otoño es más capaz de arrancar fuertemente en primavera, aprovechando las primeras floraciones para expandir rápidamente la población de la colmena y comenzar la producción de miel temprano en la temporada.

En resumen, la alimentación otoñal tiene como objetivo asegurar que las colmenas entren al invierno en las mejores condiciones posibles, con suficientes reservas de alimento y una población de abejas fuerte y saludable, lo cual es esencial para su supervivencia y éxito en la siguiente temporada de apicultura.

Pautas para la implementación efectiva de la Alimentación Otoñal

1. Evaluación y Preparación: Este momento es óptimo para evaluar la salud de la reina y la fortaleza de la colmena, asegurando reservas adecuadas de miel y polen para el invierno.
2. Selección Cuidadosa del Suplemento: Es esencial elegir suplementos proteicos de alta calidad para activar la producción de jalea real y fomentar una colonia fuerte. Las tortas con menos del 8% de proteína pueden ser útiles durante el invierno para proporcionar un alimento más completo que el azúcar simple, pero no son adecuadas para estimular la actividad reproductiva en otoño. En el caso de necesitar alimentación proteica durante el otoño, se deben dar tortas entre el 10 – 20% de proteína.
3. Alimentación con Hidratos de Carbono: En regiones frías o colmenas con reservas limitadas, complementar la suplementación proteica con hidratos de carbono como fondants puede ser necesario, asegurando energía suficiente para el invierno.
4. Inicio Temprano: Comienza la suplementación a finales del verano o principios del otoño, antes de que la temperatura descienda significativamente.
5. Consistencia: Asegura la disponibilidad constante de las tortas proteicas, reemplazándolas según sea necesario para mantener un suministro ininterrumpido.
6. Monitoreo y Ajuste: Observa el consumo de las tortas y el desarrollo de la colmena, ajustando la cantidad de proteínas según las necesidades específicas de tus abejas.

Conclusión

La alimentación otoñal, centrada en la suplementación proteica de alta calidad, es fundamental para el éxito de la apicultura. Al enfocarse en maximizar la producción de jalea real y mejorar la nutrición de la colmena a través de la trofalaxis, los apicultores pueden asegurar colmenas más fuertes y saludables que resistirán mejor el invierno y tendrán un arranque primaveral vigoroso. Este enfoque no solo mejora la longevidad de las abejas adultas, sino que también asegura una generación de crías de alta calidad, preparando el escenario para una temporada de apicultura exitosa y productiva.

Siempre las necesidades de la colmena serán las que marcarán nuestras decisiones. Pese a las malas costumbres, estamos ante un momento clave del año, y debemos aprovecharlo. El arte del apicultor reside también en encontrar buenas zonas de invernada.

Porque recuerda, la mejor estimulación primaveral es una buena alimentación otoñal.