La extracción manual de la miel implica varios pasos:
a. Desoperculado: Antes de colocar los panales en el extractor, es necesario retirar la fina capa de cera que las abejas utilizan para sellar las celdillas llenas de miel. Esto se hace con un cuchillo o peine desoperculador.
b. Colocación en el extractor: Una vez desoperculados, los cuadros con los panales se insertan en los canastos/cestas del extractor.
c. Girar la manivela: Al girar la manivela, los panales empiezan a girar, y gracias a la fuerza centrífuga, la miel es expulsada de las celdillas y se va acumulando en las paredes internas del extractor. Posteriormente, la miel desciende y se acumula en el fondo.
d. Decantado y filtrado: Una vez que toda la miel ha sido extraída, se abre una válvula o grifo en la parte inferior del extractor para permitir que la miel fluya hacia un cubo o un decantador. La miel puede contener pequeñas partículas de cera o propóleo. Algunos apicultores optan por filtrar la miel a través de un tamiz o tela fina para asegurarse de que esté lo más limpia posible antes de su almacenamiento o venta.
f. Almacenamiento: Una vez extraída y filtrada, la miel se almacena en maduradores o bidones herméticos, listos para su consumo o comercialización.
La extracción manual es más común en apiculturas a pequeña escala o para quienes están comenzando en el negocio. Las operaciones más grandes a menudo utilizan extractores eléctricos que pueden manejar múltiples cuadros a la vez y reducir el esfuerzo físico necesario en el proceso de extracción.