Cuando visitamos las colmenas a menudo vemos mucha actividad y seguro que alguno de vosotros se ha preguntado si las abejas duermen o están siempre despiertas. Pues bien, al igual que nosotros, sí que duermen. De hecho, las abejas melíferas se encuentran entre los primeros invertebrados para los que se describió un estado similar al sueño (Kaiser & Steiner-Kaiser, 1983).
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¿Cómo saber si una abeja está durmiendo?
Cuando duermen, tienen una postura característica, en la que el tórax, la cabeza y las antenas están en un estado de relajación, con muy pocos movimientos. De hecho, la posición y movimiento de las antenas se usa de manera habitual como indicador del sueño de las abejas, pues están dirigidas hacia abajo y en un estado de inmovilidad o de movimientos de pequeña amplitud (Imagen 1). Este estado puede mantenerse durante períodos prolongados, pero se revierte fácilmente, a menudo por el contacto físico de una abeja vecina (Klein et al., 2008). (Vídeo)
Diferencias de Sueño entre Abejas Obreras y Pecoreadoras
En un post anterior ya vimos la división de tareas de las abejas obreras en función de su desarrollo físico y su edad. En el caso del sueño, también se observan diferencias entre las abejas nodrizas y las pecoreadoras (Figura 1). Las abejas pecoreadoras siguen los ritmos circadianos de forma similar a los humanos, durmiendo durante la noche y saliendo al campo durante el día, realizando pequeñas siestas en momentos puntuales a lo largo del día. En contraste, las abejas nodrizas, no siguen este ritmo, sino que duermen durante el día y durante la noche, aumentando el tiempo de descanso nocturno conforme van envejeciendo.
Figura 1. Proporción de observaciones de abejas durmiendo según la casta a la que pertenecían durante el día y la noche. El asterisco indica diferencias estadísticamente significativas. Fuente: Klein et al., 2014.
Ubicación del Sueño en la Colmena
Además, tampoco coinciden en el lugar donde duermen (Figura 2). Las abejas nodrizas duermen en la zona del nido de cría, al principio cuando son jóvenes dentro de las celdas (se cree que para evitar ser molestadas y también para mantener mejor la temperatura) y conforme van envejeciendo tienden a dormir más fuera de las celdas; por su parte, las pecoreadoras suelen dormir en la periferia del nido de cría, donde la temperatura es más baja y hay menos contacto entre abejas (Klein et al., 2014).
Figura 2. Distancia desde el borde de la colmena en función de su comportamiento y de la casta. Las abejas jóvenes duermen más cerca del nido de cría que las de más edad. Los asteriscos indican diferencias estadísticamente significativas entre castas. Fuente: Klein et al., 2014.
Esta flexibilidad en el comportamiento del sueño podría ser una adaptación de las abejas melíferas con el objetivo de mejorar la capacidad de la colonia para explotar de manera efectiva los recursos cambiantes y responder de forma óptima a las fluctuaciones de cría, invasiones de parásitos o ataques de depredadores. Por ejemplo, las abejas nodrizas, con la falta de sueño rítmico, podrían responder mejor a la demanda de higiene; mientras que las pecoreadoras responderían al ritmo de recolección de alimentos, durmiendo por la noche y activándose de nuevo al comenzar el día.
Importancia del Sueño para las Abejas
Igual que pasa con otros animales, el sueño es esencial para la supervivencia básica y su carencia conduce a una variedad de disfunciones. En el caso de las abejas (Klein et al., 2010), se ha observado que cuando se les priva del sueño, su capacidad de comunicación se reduce, afectando a la precisión en la danza de las abejas (waggle dance).
