La situación actual del sector apícola y el marcado cambio climático están obligando al apicultor a modificar sus hábitos de manejo, y a tener que realizar un control cada vez más frecuente de sus apiarios.
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¿Qué parámetros se monitorizan?
La temperatura, la humedad y el peso, son tres factores determinantes para el desarrollo y la supervivencia de las colonias de abejas.
La medición continua de estos parámetros en el interior de las colmenas, puede aportar información útil acerca:
- El momento óptimo para aplicar el tratamiento contra varroa en la colmena, según las oscilaciones de los cuadros de cría
- El momento idóneo para realizar la recogida de la miel
- La necesidad de alimentar las colmenas ante la falta de néctar
- La prevención de la enjambrazón
- Una intoxicación por pesticidas
- Un aumento del riesgo de patógenos por un incremento en la humedad en el interior de la colmena
¿Porqué es importante realizar un control remoto de nuestros apiarios?
Porque nos proporcionan información valiosa a lo largo de toda la temporada, lo que nos permite conseguir la racionalización de la toma de decisiones para mejorar la productividad y la rentabilidad de la explotación, la optimización de las prácticas apícolas mediante el ahorro de tiempo, y la reducción de la mortalidad de las colmenas.
No sustituyen las revisiones presenciales, pero permiten establecer prioridades tras el análisis de los datos.
En definitiva, conseguir reducir el número de visitas y saber cómo actuar adelantándote a los acontecimientos. Esto no solo supone un ahorro en combustible y tiempo, ya que atajar en tiempo y forma una enfermedad, hambruna, o cualquier deficiencia nos hará aumentar la productividad y disminuiremos los ratios de mortandad de nuestro colmenar.
¿Con qué puedo monitorizar las colmenas?
Mediante dispositivos de control remoto para colmenas. Existen diferentes modelos en el mercado.
La tecnología de monitorización permite establecer diferentes tipos de alerta a tiempo real a través del dispositivo colocado dentro de la colmena (temperatura, humedad, señal, batería, etc.) y, con ello, adelantarnos a los posibles problemas que puedan aparecer.
Los dispositivos deben estar fabricado en plástico alimentario para evitar contaminación a las abejas y a los productos de la colmena.
La información se envía directamente desde el dispositivo intracolmena a un smartphone, tablet u ordenador a través de una sencilla aplicación, que permite interconectar distintos equipos para poder comparar la información.
Es importante igualmente que estos equipos no emitan señal en todo momento, como hacen los teléfonos móviles, sino sólo de forma puntual, para minimizar la interferencia con las abejas.
Cómo monitorizar e interpretar los datos en cada momento del año
Al comienzo de la temporada
La temperatura interna del núcleo de cría se establece entre 33º C y 36º C de forma normal.
Un aumento gradual de la temperatura interior (alrededor de 0,1ºC/día en el periodo de Enero-Marzo; 0,4ºC/día en el periodo de Abril-Junio y 0,5ºC/día en el periodo de Agosto-Septiembre) muestra la reanudación de la puesta de huevos o la captura de un enjambre.
Durante el flujo de miel
La colocación del dispositivo en los cuadros del alza melaria permite identificar de forma remota el llenado de la misma. Es decir, podemos saber cuando están llenando de miel los cuadros.
En dicho caso, al haber movimiento en las alzas, notaremos una subida de temperatura. Este factor, junto con una subida de la humedad nos indicaría el momento idóneo para ir a recoger las alzas.
Si además disponemos de un dispositivo báscula que mida el peso constante, obviamente notaremos un aumento de peso considerable cuando llenen las alzas.
Durante la campaña
Una caída repentina de temperatura indica la necesidad de visitar con urgencia el colmenar por un problema de salud o de enjambrazón (que suele cursar igualmente con una disminución de la humedad).
La disminución gradual de temperatura puede indicar una falta de espacio en la colmena, ausencia de reina o la escasez de recursos alimenticios (por clima desfavorable o presencia del avispón asiático).
Al final de la campaña
Una disminución gradual de la temperatura puede considerarse normal: indica una reducción de la puesta de huevos y de los recursos nutricionales.
Este es el comienzo del período de invernada. Es el momento idóneo de aplicar los tratamientos para el control de varroa y conseguir mayor eficacia al haber menor cantidad cria operculada.
En invierno
Una caída repentina de temperatura indica un problema de salud y/o falta de reservas. Es una colmena que debemos visitar de forma urgente y actuar.
En cualquier momento del año
La temperatura interna de la colmena debería estar en todo momento por encima de la temperatura externa. No obstante, esto no siempre es así, pues en muchas zonas de España en verano la temperatura sube de los 36 °C. Lo que obliga a las abejas a recoger agua y ponerla en la cámara de cría para refrigerar y mantener la humedad relativa de supervivencia de las larvas. La temperatura de moldeo de la cera son los 40 °C, por encima se vuelve blanda y los panales con miel de cera nueva se derrumban y pueden taponar la piquera asfixiando a la colonia; se da algunos años en Andalucía afectando a cantidades apreciables de colmenas, y, con menos frecuencia, en algunas otras zonas.
Si la temperatura interior y exterior de la colmena es idéntica, podría significar que la colmena está muerta. Se precisa vista para evitar el riesgo de pillaje.
La humedad se considera normal durante la temporada cuando se sitúa entre un 40 y un 65%.
El nivel de humedad interna está fuertemente relacionado con la temperatura interna, aunque también estará influenciada por varios factores, meteorológicos, de población de la colonia. Para España las únicas medidas que conocemos son las de la Universidad de Córdoba, que dan para el nido de cría alrededor de entre el 50 % y el 60 %; en dos años no han medido más del 60 % en la cámara de cría, y no más del 70 % en el resto de la colmena.
Idílicamente la tasa siempre debe estar por debajo del 90% para evitar la proliferación de determinados hongos, pero es una barbaridad para nuestro clima.
Si tiene un nivel de humedad demasiado alto, habrá que reducir el volumen interior de la colmena y buscar la causa que lo provoca (reducción en la entrada, techo perforado, pérdida del techo, etc…)
La humedad excesiva, las corrientes frías, las colonias débiles y la mala calidad/cantidad de recursos (néctar y polen) se encuentran entre las principales causas de pérdidas de colmenas durante el invierno.
Bibliografía
Miguel Ángel Rodríguez Ramos, responsable de Vetó-Pharma España.
Imágenes Arnia UK
Un comentario
Que producto químico puedo utilizar para el tratamiento de control de la varroa?