¿Por qué pican las abejas? Entendiendo su comportamiento…

Las abejas son insectos fascinantes que desempeñan un papel crucial en la polinización y la producción de miel. Sin embargo, cuando se sienten amenazadas, pueden defenderse mediante picaduras.

Si vas a convertirte en apicultor, tarde o temprano, recibirás alguna, a veces más de una. En este artículo, exploraremos más a fondo las picaduras de abejas, desde su explicación científica hasta el comportamiento de las abejas y nuestras reacciones como seres humanos.

La evolución del ovipositor ancestral

Remontémonos al pasado, fue un gran día para esa abeja ancestral que evolutivamente decidió dejar de usar su órgano ovipositor para poner huevos y modificarlo para usarlo como arma defensiva. Por eso solo las hembras pican y eso vale para todas las demás abejas y avispas también. Así es la evolución, ha sido remodelado para la inyección de veneno en lugar de postura de huevos.

Para entenderlo, el acetato de isopentilo, un químico que huele a plátanos o almendras, se libera durante el proceso de picadura y llama a las abejas de refuerzo (lo que explica por qué las abejas tienen tendencia a picar todas en el mismo lugar). Dependiendo de la perturbación y del temperamento de la colonia, estas abejas de refuerzo pueden decidir unirse al ataque.

Que por cierto, me parece irónico que la feromona de alarma de las abejas tenga un olor agradable. Podemos decir que el sistema de picadura defensiva de las abejas melíferas funciona bien. Nunca he conocido a nadie que disfrute de una buena picadura de abeja en un lugar sensible ?.

¿Quién tiene aguijón y como es?

Como hemos comentado anteriormente solo las hembras disponen de estructuras defensivas. El aguijón y las glándulas del veneno, están solo en las obreras y reina.

En esta imagen podemos observar la especial fisionomía dentada del aguijón de una abeja obrera que hace que actúe como un arpón y sea más difícil extraerlo. Desafortunadamente, este mecanismo también provoca que la abeja muera después de picar, ya que parte de su abdomen se desprende junto con el aguijón.

En el caso de la reina, el aguijón es liso y no queda anclado en su objetivo, y lo emplea casi exclusivamente contra otras reinas.

El zángano carece de aguijón y del resto de estos órganos de defensa.

¿Por qué pican las abejas?

La mayoría de la gente siente un poco de miedo cuando piensa en las abejas. A menudo, ese miedo es alimentado por la noción de que las abejas son insectos agresivos y peligrosos. Pero, en realidad, las abejas son criaturas bastante pacíficas. Las abejas no atacan sin motivo, solo pican cuando se sienten amenazadas o cuando sienten que la integridad su colmena está en peligro con el objetivo de defender a sus crías, sus reservas y su reina.

Existen diversos factores que pueden incrementar la agresividad en las abejas. Entre ellos se incluyen no solo la percepción de una amenaza inminente, sino también movimientos bruscos, la proximidad a su colmena, aromas intensos y el uso de ropa de tonos oscuros. Estos elementos pueden generar una sensación de inseguridad y defensa en las abejas. Por lo tanto, al visitar un apiario, es recomendable evitar el uso de fragancias, optar por vestimenta en tonos blancos o pálidos, y mantener una actitud serena y tranquila.

Curiosamente, se ha observado que el miedo humano puede desencadenar un ataque de abejas. Parece que las abejas pueden ser más propensas a atacar a aquellos que muestran un temor evidente hacia ellas.

Por tanto, es esencial entender que las abejas no son inherentemente agresivas, sino defensivas, y que su interacción con los seres humanos requiere respeto y comprensión.

El aparato de defensa es indispensable para la supervivencia de la especie, sin él, con la atracción que la miel tiene para el hombre y otros animales probablemente habría desaparecido hace siglos.

Los enjambres y su apacibilidad

Cuando las abejas están en enjambrazón, su enfoque principal es encontrar un lugar adecuado para establecerse, como una cavidad de árbol o una colmena vacía. No tienen una colmena o crías que defender, por lo que no se sienten amenazadas y son menos propensas a picar. Su objetivo principal es encontrar un nuevo hogar y asegurar la supervivencia de la colonia.

Esto explica algunas imágenes que vemos de apicultores con una bola de abejas en la mano sin que le piquen. Sin embargo, aunque es poco probable que un enjambre pique, aún se recomienda mantener una distancia segura y evitar perturbarlo en exceso.

Las razas y la mansedumbre

Es importante destacar que la genética de las abejas también influye en su comportamiento, incluyendo su tendencia a picar. Las distintas razas de abejas poseen características y comportamientos únicos. Por lo general, las abejas de origen europeo y caucásico son más dóciles y menos propensas a picar sin un motivo aparente, mientras que las abejas africanas suelen ser más agresivas y defensivas.

En España, contamos con la Apis mellifera iberiensis, comúnmente conocida como abeja ibérica. Esta es producto de la hibridación de la abeja negra europea, del linaje M, con variedades africanas del linaje A. Esta mezcla genética ha dado lugar a una abeja que presenta características de ambos linajes, entre ellas la defensividad propia de las abejas africanas.

Debido a esta diversidad genética y comportamental, ciertas imágenes que suelen verse en los medios, como un hombre cubierto de abejas mientras permanece completamente desnudo, no son posibles con todas las razas de abejas. En particular, con abejas que tienen una tendencia a la defensividad, como la abeja ibérica, estos actos serían sumamente arriesgados.

Como dato curioso, las abejas meliponas, también conocidas como abejas sin aguijón, habitan las zonas tropicales y subtropicales de América. A diferencia de sus parientes, las abejas melíferas, las meliponas carecen de un aguijón para protegerse. Su mecanismo de defensa es distinto: en lugar de picar, pueden morder y exudar una sustancia pegajosa. Sin embargo, generalmente son menos defensivas que las abejas melíferas. Su temperamento tranquilo, junto con su eficacia para la polinización, convierte a las abejas meliponas en una especie de gran valor para la biodiversidad y la polinización de plantas en sus ecosistemas nativos.

El apicultor y su entendimiento con las abejas

A menudo se cree que los apicultores tienen una especie de poder mágico sobre las abejas, e incluso se piensa que sus propias abejas los reconocen. Sin embargo, esto no es verdad. Lo que parece mágico es el resultado de la experiencia y la comprensión que los apicultores han desarrollado a lo largo de los años.

Un apicultor sabe cómo moverse con calma y confianza alrededor de las abejas, evitando asustarlas o amenazarlas. Han aprendido a interpretar algunas de las señales que las abejas emiten, a entender parte de su comportamiento y a responder de manera adecuada. Hay un refrán que dice: «Sólo pica la abeja a quien torpe la maneja».

No obstante, a pesar de la precaución y habilidad del apicultor, las picaduras son inevitables. Durante la recolección de miel, es común recibir múltiples picaduras al día. Por esta razón, se recomienda utilizar equipo de protección adecuado, mantener una actitud tranquila, trabajar de manera rápida y utilizar humo frío del ahumador para calmar a las abejas.

Es cierto que los apicultores pueden desarrollar cierta inmunidad a las picaduras debido a su exposición frecuente. Su sistema inmunológico puede generar una respuesta de defensa más controlada. Sin embargo, esto no significa que sean totalmente inmunes, pues aún pueden experimentar reacciones alérgicas.

En resumen, los apicultores veteranos son expertos en el manejo de las abejas debido a su experiencia y comprensión de su comportamiento. Aunque las picaduras son inevitables, los apicultores deben utilizar siempre equipo de protección y técnicas adecuadas para minimizar los riesgos. No hay que confiarse, así que no lo olvides, la relación entre los apicultores y las abejas se basa en el entendimiento, el respeto y el amor mutuo.

Reacciones a las picaduras y al veneno de abeja

El veneno de abeja, o apitoxina, es una mezcla compleja de distintos compuestos, que incluyen aminas, proteínas y enzimas. Se han identificado más de 150 sustancias en la apitoxina, pero las más estudiadas y abundantes son la melitina y la fosfolipasa A2. Estos dos polipéptidos constituyen aproximadamente el 75% del veneno seco y son los principales causantes de las reacciones alérgicas que algunas personas experimentan al ser picadas.

Además, la melitina tiene otras funciones interesantes. Actúa como un eficaz antiinflamatorio y estimula la producción de cortisol, una hormona que regula la respuesta del cuerpo al estrés. Aunque la apitoxina, que incluye la melitina, tiene potenciales beneficios para la salud, como su efecto analgésico, el tema es vasto y complejo.

El veneno de abeja también contiene histamina, una sustancia que provoca una respuesta inflamatoria en el cuerpo. Esta inflamación, sumada al dolor agudo causado por la histamina, es la razón principal por la que las picaduras de abeja son tan dolorosas.

Cuando una abeja pica, deja su aguijón en la piel. Este aguijón no solo inyecta el veneno, sino que también tiene pequeñas púas que dificultan su extracción. Intentar retirarlo puede causar aún más daño, lo cual incrementa la sensación de dolor.

Es importante destacar que no todas las picaduras son iguales. La edad de la abeja, la temperatura del día y tu temperatura corporal (las picaduras duelen menos cuando tienes frío físicamente) afectan la intensidad con la que sientes la picadura.

Para la mayoría de las personas, una picadura de abeja causa una reacción localizada. Esto puede incluir dolor, enrojecimiento, hinchazón y picazón en el área de la picadura. Esta reacción generalmente desaparece en unas pocas horas o días. Bastará con retirar el aguijón (sin apretar), lavar el área de la picadura con agua y jabón, y aplicar una compresa fría.

Sin embargo, algunas personas pueden tener una reacción alérgica a las picaduras de abeja. Esta reacción puede ser leve, moderada o severa:

• Una reacción alérgica leve puede incluir síntomas como urticaria, enrojecimiento y picazón en áreas del cuerpo que no están cerca del sitio de la picadura.
• Una reacción moderada puede incluir síntomas como hinchazón en la cara, la boca o la garganta.
• Una reacción alérgica severa, conocida como anafilaxia, es una emergencia médica. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, hinchazón de la lengua o la garganta, mareos, náuseas, vómitos, debilidad, pulso rápido y débil, y pérdida de la conciencia. Si experimenta alguno de estos síntomas después de una picadura de abeja, busque atención médica de inmediato.

Es importante recordar que las reacciones a las picaduras de abeja pueden variar de una persona a otra y de una picadura a otra. Incluso si ha sido picado por una abeja en el pasado y no ha tenido una reacción alérgica, todavía es posible tener una reacción alérgica a una picadura de abeja en el futuro. Por lo tanto, es importante estar preparado, consultar con el médico en caso de dudas y saber qué hacer en caso de una picadura de abeja.