Envase uso alimentario para miel, fabricado en polipropileno (PP) con asa abatible y tapa a presión con cierre por pestaña del mismo material.
Cuando empiezas a manejar la miel en serio, los cubos “cualquiera” dejan de servir. Has visto tapas que no cierran bien, asas que crujen al levantar el peso y envases que dan poca confianza cuando toca cargar el coche o preparar un envío. Ahí es donde un buen envase alimentario marca la diferencia en el día a día.
Este cubo de 18 litros para uso alimentario está fabricado en polipropileno (PP), un plástico estable y seguro para miel, jarabes y otros productos de la mielería. Incorpora asa abatible reforzada, pensada para soportar el peso del cubo lleno sin sustos, y una tapa a presión con pestaña de seguridad que hace “clic” y asegura un cierre uniforme en todo el perímetro. Es el típico envase que puedes mover, apilar y transportar con tranquilidad.
Además, no es un cubo cualquiera: está homologado según normas ADR, UN, IMDG y OACI. En la práctica, esto significa que cumple requisitos de resistencia y estanqueidad muy por encima de un envase estándar, algo clave cuando trabajas con palets de miel, envíos a granel o simplemente quieres minimizar riesgos de fugas en el almacén o durante el transporte.
Es muy práctico para almacenar y transportar miel líquida o cristalizada, jarabes de alimentación y otros productos apícolas. En campañas grandes, va perfecto para organizar lotes por colmenar o floración y mantener todo identificado y protegido de la humedad y la suciedad.
A nivel técnico, se trata de un envase en PP apto para uso alimentario, con capacidad de 18 litros, asa abatible y tapa a presión con cierre por pestaña del mismo material. Sus dimensiones aproximadas son 298 mm de altura y 332 mm de diámetro en la boca, compatible con la mayoría de sistemas de trasiego y con el espacio estándar de paletizado en mielerías profesionales.