Vaselina Líquida 1 litro

Cuando llevas unas cuantas campañas a la espalda, sabes que muchas averías en la mielería no vienen por “mala suerte”, sino por falta de lubricación: grifos duros que acaban perdiendo, juntas que se resecan, roscas que se gripan justo el día grande de extracción… y ahí es donde una vaselina líquida pensada para el taller apícola marca la diferencia.

Esta vaselina líquida transparente es una parafina altamente refinada, incolora e inodora, ideal para el mantenimiento diario de la maquinaria y accesorios de la mielería. La usamos para lubricar juntas, grifos, roscas, cierres y elementos móviles en extractores, decantadores, maduradores, bombas, cremadoras y todo tipo de conexiones metálicas o plásticas donde conviene evitar aceites que puedan enranciar o manchar.

Muy importante si trabajas con fondos sanitarios: esta vaselina líquida no es la adecuada para monitorizar varroa en bandejas de diagnóstico. Para ese uso es preferible la vaselina filante. La lógica es sencilla: la filante se queda fija donde la aplicas y atrapa los ácaros en el punto de caída, lo que permite hacer conteos por zonas y valorar la distribución del parasitismo en la cámara de cría. La vaselina líquida se desplaza con cualquier pequeña inclinación de la colmena y los ácaros flotarían y se moverían de sitio, perdiendo esa información posicional. Además, la filante soporta mejor los cambios de temperatura sin volverse demasiado fluida en verano ni cuartearse en invierno, dentro de un rango razonable.

Al ser líquida, se aplica con precisión con ayuda de un pincel, jeringa o pulverizador, penetrando bien en hilos de rosca, ejes y juntas tóricas. Reduce el desgaste, evita chirridos y facilita el montaje y desmontaje de piezas para la limpieza, algo clave cuando estás contrarreloj en plena floración.

En el día a día del apiario también tiene otros usos apícolas prácticos:

• Control de plagas: aplicada en las patas de caballetes o soportes de colmenas crea una barrera resbaladiza que dificulta el acceso de hormigas y pequeños insectos. También puede usarse en bandejas de algunas trampas para Aethina tumida como superficie deslizante que retiene los escarabajos que caen.

• Protección de materiales: extendida en roscas metálicas, bisagras y cierres ayuda a prevenir la oxidación y que el propóleos los bloquee. También sirve para proteger juntas de goma en ahumadores y otros equipos frente a resequedad y agarrotamiento.

• Cuidado del apicultor: aplicada en muñecas y tobillos antes de ponerse el traje puede dificultar que las abejas se cuelen por los puños. No es una solución milagrosa, pero suma un pequeño extra de seguridad en días de colmenas nerviosas.

No forma costras, no se vuelve pegajosa con el tiempo y resiste bien las variaciones de temperatura típicas de la mielería. Aun así, conviene usarla con criterio: está pensada para mantenimiento y aplicaciones externas, no como sustituto de grasas específicas allí donde el fabricante indique otro producto.

Se presenta en envase de 1 litro, un formato cómodo para tener siempre a mano en el banco de trabajo y que cunde durante varias campañas si la usas de forma regular y localizada.