Colmena de observación Langstroth

Cuando llevas años entre colmenas, sabes que no hay mejor forma de enseñar que dejando que las abejas hablen por sí solas. Y eso es justo lo que permite esta colmena de observación: mostrar la magia del interior de la colmena sin abrirla ni molestar a sus habitantes.

Fabricada en madera natural, esta colmena de observación está diseñada para alojar un cuadro Langstroth estándar de 48x23 cm. Dispone de dos compuertas laterales correderas que se deslizan para mostrar el interior acristalado con metacrilato, permitiendo observar a las abejas en plena actividad desde ambas caras del cuadro.

Es una herramienta indispensable para quienes hacen divulgación apícola: ferias, colegios, mercados, talleres... Basta con introducir un cuadro con cría abierta, nodrizas y alimento desde una colmena activa, cerrar la piquera y ¡listo! Puedes transportarla sin riesgos y abrir las compuertas para que todos vean de cerca lo que normalmente está oculto: la puesta de la reina, la eclosión de las obreras, el almacenaje de polen o los intercambios de néctar entre pecoreadoras y nodrizas.

Además de su valor educativo, esta colmena de observación es muy útil para mostrar el ciclo biológico de la abeja y enseñar cómo se organiza la colonia. Su diseño robusto incluye cierres metálicos de seguridad, asa de transporte y patas estables para colocarla en cualquier superficie.

Ideal para:

• Centros educativos, asociaciones apícolas y ferias de miel
• Talleres de formación y programas de sensibilización medioambiental
• Apicultores que quieren enseñar su oficio con seguridad y detalle

Detalles técnicos: estructura de madera con compuertas laterales, tapa superior con asa metálica, doble cristal de metacrilato, capacidad para 1 cuadro Langstroth de 48x23 cm. Cuadro no incluido. No necesita alza.

Un recurso didáctico, seguro y visual, que transforma cualquier conversación sobre abejas en una experiencia inolvidable. Porque ver una reina pasear sobre el panal no se olvida fácilmente.