Caldera de cera a vapor en plástico

Cuando llegas al final de campaña y te ves rodeado de cuadros viejos, panales ennegrecidos o retales de opérculos, sabes que ha llegado la hora de recuperar esa cera que tanto valor tiene. Y no hay mejor aliado para esa tarea que una caldera a vapor como esta: económica, práctica y muy fácil de usar.

Está pensada para fundir cera de forma limpia y eficiente, sin necesidad de fuego directo ni complicaciones. Su funcionamiento es sencillo: el generador eléctrico de vapor de 5 L calienta agua y produce vapor a presión, que se introduce en el interior del recipiente de plástico alimentario. Ese vapor calienta los cuadros o trozos de panal y derrite la cera, que escurre por el orificio inferior hacia el tazón de acero inoxidable incluido (2,5 L de capacidad).

En el interior caben hasta 14 cuadros Langstroth o 10 cuadros Dadant Blatt de cuerpo, colocados de forma vertical. También puedes introducir opérculos, cera en bloque para refusión, o recortes de desoperculado. Gracias a la tapa hermética, se conserva mejor el calor y el proceso es más eficiente.

Una ventaja clave de este sistema frente al fundido con fuego o baño maría es que no sobrecalienta la cera: el vapor trabaja a temperaturas más suaves (100-105 °C), lo que ayuda a conservar mejor su color y propiedades. Además, el plástico alimentario es resistente y fácil de limpiar, y el conjunto completo apenas pesa 7 kg.

Ideal si buscas una solución asequible para fundir cera en el taller o en el campo sin complicaciones. Perfecta para pequeños y medianos apicultores.

Datos técnicos: recipiente de plástico alimentario de 55 cm de altura, generador de vapor de 220 V (capacidad 5 L), incluye cuenco de recogida en acero inoxidable (2,5 L).