Pulverizador con bomba

Cuando te enfrentas a una colmena afectada por la polilla de la cera o simplemente quieres reforzar el comportamiento higiénico de tus abejas... necesitas algo más que agua y voluntad: necesitas precisión, control y versatilidad. Este pulverizador de bomba a presión de 1 L se ha convertido en una herramienta indispensable para múltiples tareas en el apiario.

Con su boquilla metálica regulable y diseño ergonómico, permite una pulverización fina, homogénea y constante, ideal para aplicar tratamientos biológicos como los basados en Bacillus thuringiensis contra la polilla de la cera (Galleria mellonella), así como soluciones líquidas como Beevirol (compuesto por cloruro de amonio cuaternario, maltol, propóleos, cloruro de cobalto, agua destilada, etc.), que se pulverizan directamente sobre cuadros y paredes de la colmena para reforzar el estado sanitario.

Además de esos usos, en el día a día le he sacado provecho para:

• Pulverizar agua sobre abejas agresivas y reducir su inquietud en momentos de manejo delicado.
• Estimular el comportamiento higiénico en colmenas jóvenes o de baja actividad.
• Rociar feromonas atrayentes o extractos naturales en núcleos y trampas de cazaenjambres.
• Aplicar jarabe ligero en alimentadores o directamente sobre cuadros.
• Humedecer opérculos secos antes de desopercular, o suavizar cera vieja para rehacer cuadros.
• Facilitar la recuperación de enjambres pulverizando un velo de agua para mantener cohesionado el grupo.

Su tamaño compacto (Ø12 cm, altura 28 cm), cuerpo translúcido con escala visible y empuñadura cómoda hacen que puedas trabajar rápido y sin fatiga. La válvula de presión y el sistema de bombeo permiten usarlo sin esfuerzo, incluso con manos enguantadas.

Compatible con la mayoría de soluciones apícolas acuosas (biológicas o químicas suaves), es ideal tanto en el campo como en la sala de extracción.

En resumen: un básico polivalente, silencioso y eficaz. No sustituye al ahumador, pero muchas veces lo supera en precisión. Si todavía no lo has probado, es hora de hacerlo. Tus colmenas (y tus manos) te lo agradecerán.