La bomba helicoidal es una solución avanzada diseñada específicamente para el trasiego de miel, incluyendo miel con partículas de opérculos. Este tipo de bomba, también conocida como bomba de rotor excéntrico o de cavidad progresiva, se diferencia de otros sistemas de bombeo por su capacidad para manejar fluidos altamente viscosos y con sólidos sin comprometer la calidad del producto.
Cuando llegas a la mielería con la sala oliendo a brezo y la desoperculadora aún goteando opérculos, sabes que lo siguiente es mover esa miel densa hasta el madurador sin estropearla. Ahí es donde esta bomba helicoidal con variador marca la diferencia: trasiega como si llevaras la miel en cubo, pero con la constancia y el control que exige una mielería seria.
El principio es sencillo y efectivo: un rotor metálico en forma de tornillo gira dentro de un estator de goma NBR alimentaria, creando cavidades que empujan la miel de forma continua. Resultado: flujo lineal, sin pulsos, sin aire y con mínima cizalla. Cada vuelta desplaza un volumen fijo, de modo que el caudal es estable incluso cuando trabajas con miel fría de encina a 20 °C. Con bombas de paletas (impellers) esto no pasa: una bajada de temperatura te hunde el caudal y te llena la línea de burbujas.
En el día a día se nota. Si alimentas una centrífuga de opérculos (Spinfloater) puedes clavar los 200–270 g/s que necesita; si trasegas mieles de bosque, brezo o encina, la bomba las mueve igual de fino que una de romero. Y si arrastras opérculos de 5–6 cm mezclados, esta máquina ni se inmuta: tolera sólidos sin atascarse ni romperse.
Además de respetar la miel, te respeta a ti: es autoaspirante (no depende de cebado) y reversible desde el variador Invertek (230 V o 380 V). Eso te permite vaciar líneas, desatascar o purgar en segundos. Con buen dimensionado de manguera eleva 8–10 m y empuja a través de 30–40 m de tubería, para organizar la sala como te convenga y no como imponga la gravedad.
Construcción hecha para durar y para alimento: todo lo que toca miel es acero inoxidable AISI 316L; el estator es NBR FDA y las juntas FPM (Viton). Va montada en carro de inox con ruedas (dos con freno) y equipa un motor con reductor gobernado por variador Invertek: ajuste de velocidad suave de 0–600 rpm, inversión de giro y protecciones por sobrecarga.
Hablemos claro sobre límites.
• Volumen: si haces menos de 1.000 kg/año o trasiegos cortos entre depósitos, una bomba de paletas impeller puede bastar.
• Seco, nunca: esta bomba trabaja lubricada por la propia miel; en vacío se quema el estator en minutos.
• Seguridad: instala bypass tarado a 3–4 bar y, mejor aún, una sonda de nivel mínimo que corte el variador. Son dos detalles que te evitan disgustos (y mangueras reventadas).
Mantenimiento realista del oficio: al terminar, haz circular agua caliente 40–50 °C 2–3 min en ambos sentidos y deja la bomba vacía. El estator NBR es consumible (≈1.000–2.000 h); cuando notes caída de caudal o vibración, cámbialo. El rotor suele aguantar 3.000–4.000 h salvo uso continuado con miel cristalizada.
Lo que más vas a notar:
• Flujo estable para alimentar filtros, intercambiadores o centrífugas.
• Menos espuma y aromas intactos.
• Potencia de empuje para trasiegos largos y con altura.
• Versatilidad real gracias al giro reversible.
Especificaciones en contexto: caudal de hasta 5.000 L/h (en agua; en miel densa típico ≈1.000–1.500 kg/h según temperatura); presión máxima 12 bar en doble etapa (≈6 bar en simple); rango operativo -10 °C a +85 °C (óptimo para miel 35–45 °C); conexiones DN50 compatibles con Camlock/DIN; alimentación 230 V o 380 V; control por variador Invertek con inversión de giro; montaje en carro de inox con ruedas.
Incluye: bomba helicoidal montada en carro, motor con reductor, variador Invertek con cuadro de control, manual de uso y mantenimiento en español.
No incluye (adquirir por separado):
• Válvula bypass de seguridad (obligatoria).
• Mangueras y racores Camlock/DIN.
• Sonda de nivel mínimo recomendada para corte automático.
Si trabajas por encima de 2.000 kg/año, manejas mieles viscosas o alimentas equipos profesionales, esta helicoidal se amortiza en tranquilidad, constancia de caudal y calidad de miel. La notarás el primer día que trasiegues encina fría sin espuma… y la vuelvas a parar invirtiendo el giro con un toque.
Ficha técnica