Envasadora de miel multifunción táctil con balanza integrada LYSON

Si ya llenas cientos de tarros por campaña, conoces la escena: abres el grifo del madurador, calculas a ojo, cierras, pesas y te pasas de peso. Vuelves a vaciar con una cuchara, manchas tapa y etiqueta y al final del día tienes la sala pegajosa y la espalda pidiendo descanso. Es el momento en que el envasado deja de ser apicultura y se convierte en un trabajo puramente mecánico.

Esta dosificadora Lyson de la línea Premium está pensada para ese punto de crecimiento: cuando ya no te puedes permitir seguir regalando miel ni tiempo en un llenado manual impreciso.

El problema de “regalar miel” sin darte cuenta
En el llenado a mano tendemos a pasarnos para cumplir con la normativa de peso neto. Si en cada tarro vas 10–15 g por encima, en una campaña de 1.000 kg puedes estar regalando del orden de 30 kg de miel. Esa diferencia, repetida año tras año, paga de sobra una máquina precisa y estable.

Balanza integrada: el peso es siempre el mismo
A diferencia de las dosificadoras que trabajan por tiempo y se desajustan en cuanto baja la temperatura o cambia la densidad de la miel, la Lyson W204006 lleva una balanza integrada. Tú indicas el peso objetivo y la máquina dosifica hasta que la báscula alcanza ese valor, ajustando automáticamente el tiempo de trabajo de la bomba.

En la práctica significa que:
• puedes trabajar, por ejemplo, a 500 g constantes sin tener que recalibrar al cambiar de lote;
• la dosis se mantiene aunque la miel esté más fría o más densa;
• el margen de error aproximado es de ±1 g, suficiente para dejar de sobrellenar por miedo a quedarse corto.

Bomba de engranajes: suavidad y fuerza para mieles densas
El corazón del equipo es un módulo de bomba de engranajes de alta precisión. Estos engranajes desplazan la miel de forma continua, sin batir aire en exceso. El resultado es una salida de flujo estable, con menos formación de espuma en el cuello del tarro y un llenado mucho más limpio.

Además, la bomba tiene fuerza suficiente para trabajar con mieles de encina, bosque o brezo sin forzar el motor ni perder caudal. Es una solución pensada para salas de extracción que trabajan con mieles de distinta viscosidad a lo largo del año.

Mucho más que una envasadora de tarros
La pantalla táctil Mitsubishi, robusta y muy fiable, permite seleccionar distintos modos de trabajo. En modo dosificación puedes llenar tarros por peso; en modo bombeo puedes utilizarla como bomba para trasvasar miel entre maduradores; y, trabajando en circuito cerrado, es posible aprovechar el movimiento de la miel para el proceso de creaming, rompiendo cristales grandes y acercándote a esa textura tipo mantequilla que tanto aprecia el cliente gourmet.

Detalles que facilitan el día a día en la mielería
El sistema antigoteo en la salida ayuda a mantener limpia la zona de trabajo. La bandeja inferior es extraíble: si cae alguna gota, se retira y se lava directamente bajo el grifo. La máquina tarifica automáticamente el envase antes de empezar a llenar, de modo que solo cuenta el peso real de la miel. Con un flujo organizado puedes llegar a unos 400 tarros de 500 g por hora, lo que te permite acabar en una mañana lo que antes te ocupaba varios turnos.

Especificaciones técnicas orientadas al profesional
El rango de llenado va desde pequeñas muestras de unos 10 g hasta formatos de aproximadamente 9 kg, lo que cubre desde degustaciones hasta envases para hostelería o cubos. Funciona a 230 V, por lo que puedes conectarla en una toma doméstica o de nave sin necesidades especiales de instalación eléctrica. El motor de 180 W ofrece un buen equilibrio entre potencia y silencio de funcionamiento. Admite tarros con diámetros aproximados de 4 cm a 11 cm, abarcando formatos habituales de vidrio y plástico. Todos los elementos que entran en contacto con la miel están fabricados en acero inoxidable de calidad alimentaria y materiales certificados para uso alimentario.

Consejo de apicultor
Si ya has superado la fase del grifo del madurador y la báscula de cocina, esta envasadora Lyson Premium es un salto de nivel real. Profesionaliza tu sala de extracción, cuida la presentación de tus tarros y, sobre todo, deja de regalar miel y horas de trabajo en cada campaña.