Excluidor de reinas metálico

Cuando llega la gran floración y toca poner alzas, necesitas orden absoluto en la colmena. Nada peor que encontrar cría entre los cuadros de miel: complica la extracción y ensucia la cosecha. Para evitarlo, un buen excluidor es clave.

El Excluidor de Reina Metálico Galvanizado es la opción clásica y fiable. Se coloca entre la cámara de cría y las alzas melarias, formando una barrera física que la reina no puede atravesar pero que las obreras sí. Las aberturas de 4,14 mm están calibradas con precisión: permiten el paso fluido de las obreras pecoreadoras, mientras la reina —con su abdomen más ancho— queda confinada en el cuerpo inferior junto con los zánganos.

La gran ventaja frente a los excluidores plásticos está en su rigidez. El metal galvanizado no se deforma con el calor, el peso de las alzas ni el paso del tiempo. Mientras los de plástico se comban y bloquean el tránsito de abejas, este mantiene su forma y asegura un flujo constante durante toda la temporada.

El galvanizado le da resistencia a la humedad, al propóleo y a la oxidación. Soporta años de uso, limpieza con llama o espátula, y sigue intacto. Es una herramienta duradera, de esas que compras una vez y te acompañan toda la vida apícola.

Medidas: 410 × 510 mm. Compatible con colmenas Langstroth y Dadant. Encaja perfectamente sobre el cuerpo sin dejar huecos por los que pueda pasar la reina. Algunos apicultores lo retiran tras la cosecha para facilitar la reorganización de la colonia; otros lo mantienen todo el año según su método de manejo.

Consejo práctico: manténlo limpio. El propóleo puede reducir el paso de las obreras y provocar congestión. Una pasada con espátula o un ligero chamuscado cada pocas revisiones basta para mantenerlo eficiente.

Especificaciones técnicas: excluidor metálico galvanizado, estructura rígida, separación fija de 4,14 mm, resistente a la oxidación y deformaciones. Medidas 410×510 mm. Compatible con colmenas Langstroth y Dadant estándar. Suministrado por unidad.